La pregunta por el sentido del Ser (Seinsfrage)
Ser y tiempo (1927) es la obra magna de Martin Heidegger. Su objetivo no es definir qué "son" las cosas, sino replantear la pregunta fundamental olvidada por la filosofía occidental: ¿cuál es el sentido del Ser en general? Para ello, analiza la existencia de aquel ente que se pregunta por el Ser: el ser humano, al que llama Dasein.
No es "ser humano" o "conciencia". Es el "ser-ahí", el ente cuya existencia se define por su comprensión del Ser. El Dasein no "es" una cosa con propiedades, sino un cúmulo de posibilidades. Su esencia es su existencia.
Es la constitución fundamental del Dasein. No estamos "en" el mundo como un objeto en una caja. "Ser-en" es un modo de habitar, de estar familiarizado y comprometido con un contexto de sentido y de útiles (Zeug).
Es la estructura unitaria del Ser del Dasein. Se compone de tres momentos: el "estar-ya-en" (facticidad), el "ser-delante-de-sí" (existenciariedad) y el "ser-cabe" los entes (caída).
Arrojo: Hemos sido "arrojados" a un mundo que no elegimos, con una historia y un contexto. Es nuestra facticidad. Proyecto: A pesar de estar arrojados, somos un constante proyectarnos hacia el futuro, hacia nuestras posibilidades.
La Caída es la tendencia del Dasein a perderse en el mundo público, en el "qué dirán". El "Uno" (o "se") es el sujeto anónimo de la vida cotidiana: "se dice", "se hace". Es el modo de ser inauténtico.
A diferencia del miedo (que es ante algo concreto), la angustia es ante la nada, ante el hecho de que el mundo familiar pierde su sentido. Esta experiencia revela al Dasein su libertad y la posibilidad de una existencia auténtica.
La muerte no es un evento final, sino la "posibilidad más propia, irrespectiva e insuperable" del Dasein. Asumir esta finitud de forma anticipada (Vorlaufen) abre la puerta a la existencia auténtica, liberándonos de las trivialidades del "Uno".
La conclusión de la obra. El sentido del Ser del Dasein es la temporalidad. No el tiempo del reloj, sino la unidad extática del futuro (proyecto), pasado (arrojo) y presente (caída). Somos tiempo.